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Mousse de Provola Dulce, salsa inglesa de limón y oblea de miel
Una armonía de contrastes y delicadezas entre provola dulce y oblea crujiente
Casa Finco
casari dal 1925
Una armonía de contrastes y delicadezas entre provola dulce y oblea crujiente
Para la mousse de queso:
120 g de nata (crema de leche)
150 g de provola dulce
Para la crema inglesa al limón:
100 ml de leche
80 ml de nata
70 g de yema de huevo
50 g de azúcar
1 pizca de sal
Zumo de limón al gusto
Para la oblea de miel:
60 g de clara de huevo
40 g de aceite de semillas
10 g de mantequilla
50 g de miel
50 g de harina
2 g de sal
1 h 30 minutos
Difícil
Mousse de queso: Verter la nata en un cazo y llevar a ebullición a fuego lento. Añadir la provola dulce y dejar que se derrita poco a poco. Colar todo con un colador fino. Verter en un molde de silicona y congelar durante 1 hora.
Crema inglesa al limón: Verter la leche y la nata en un cazo y llevar a ebullición a fuego lento. En un bol, poner las yemas, el azúcar y la sal, y batir con unas varillas. Cuando la mezcla de leche y nata llegue a ebullición, verterla poco a poco en el bol, sin dejar de batir. Añadir zumo de limón al gusto y dejar enfriar, removiendo de vez en cuando
Oblea de miel: Poner todos los ingredientes en un vaso mezclador y batir hasta obtener una mezcla homogénea. Extender la mezcla sobre un silpat (papel de horno de silicona reutilizable) con una espátula angular. Hornear durante 6 minutos a 180 °C.
Montaje del plato: Verter una base de crema inglesa en el plato. Colocar encima la mousse congelada. Esperar 10 minutos para que la mousse alcance la temperatura ambiente. Colocar un par de obleas de miel por encima.
Explosión de sabor en cada bocado
¡Un plato de carácter único e inconfundible!
Un sabor envolvente, que calienta el corazón