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Mezze maniche gratinadas con Grana Padano DOP
Increíbles sensaciones que nacen de la combinación de queso, tomatitos y vinagre balsámico
Casa Finco
casari dal 1925
Increíbles sensaciones que nacen de la combinación de queso, tomatitos y vinagre balsámico
Pasta:
200 g de pasta mezze maniche
Vinagre balsámico del Trentino
100 g de Grana Padano DOP (16 meses) rallado
Para los tomatitos confitados:
5 tomatitos cherry
Sal al gusto
Azúcar al gusto
Tomillo al gusto
Romero al gusto
Para la salsa de Grana Padano DOP:
30 g de mantequilla
20 g de harina
500 g de leche
100 g de Grana Padano DOP (16 meses)
Media
Tomatitos confitados: cortar los tomatitos por la mitad y condimentarlos con sal, azúcar, tomillo y romero. Colocarlos en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, con la parte cortada hacia arriba. Hornear a 150 °C durante 45 minutos.
Salsa de Grana Padano DOP: verter la leche en una sartén, llevar al fuego lento y calentar hasta que empiece a hervir. En otra sartén, derretir la mantequilla, añadir la harina y cocinar durante 5 minutos, removiendo con frecuencia. Rallar el Grana Padano DOP de 16 meses. Cuando la leche haya alcanzado el punto de ebullición, añadir la mezcla de mantequilla y harina, batiendo con unas varillas. Cocinar 5 minutos removiendo, apagar el fuego y añadir el Grana Padano rallado, mezclando bien. Dejar reposar 10 minutos y batir con batidora hasta obtener una textura lisa. Colar la salsa con un colador fino.
Pasta gratinada: cocer la pasta en agua hirviendo con sal, sacándola cuando esté a 3/4 de cocción. Preparar una bandeja de horno con papel vegetal y colocar un aro de repostería o molde de silicona. Escurrir la pasta y, mientras esté caliente, colocarla verticalmente dentro del aro o molde. Verter por encima la salsa de Grana Padano (reservando un poco) y espolvorear con más Grana Padano rallado. Precalentar el horno a 180 °C y hornear durante 10 minutos.
Emplatado: colocar la pasta en el centro del plato. Añadir un poco más de salsa de Grana Padano. Colocar los tomatitos confitados y terminar con un chorrito de vinagre balsámico del Trentino.
Explosión de sabor en cada bocado
¡Un plato de carácter único e inconfundible!
Un sabor envolvente, que calienta el corazón